Sin título! y en blanco?

Buaaahhhhh… no sé, no sé qué escribir, sobre qué tema o que asunto. Tantos que hay y yo aquí en blanco.

Tendría que ser algo interesante, algo que les sea útil y que os sirva para poner un poco más de luz en vuestra situación actual, y quizá, en el mejor de los casos les ayude a resolver algún conflicto interno con el que os estáis perturbando. Y para ello también darles algunas propuestas o pautas para que las realicen y lo consigan. Uffffffff…

Ahora visto así, mientras me leo y tímidamente hago un sorbo de mi aromático e hirviente té chay, veo y noto que, por ahí, más bien por aquí, trepando por mis hombros y tensionándome hasta mis cervicales se asoma la exigencia, esa que ahora es mía claro, ese monstruo sigiloso y despiadado que nos susurra al oído con sus aires de perfección y dominancia. ¡Me ha pillado del pescuezo!

Ya sé que sus expectativas son ilimitadas y haga lo que haga no le va a valer. ¿Ya saben, os suena? Eso de más, más, más… y mejor… hay que ganarse el respeto, la valoración y hasta la admiración de los colegas, amigos, clientes, y lo más difícil aún, de uno mismo. Pero igual nunca será suficiente, más aún es desde esta perspectiva instalada en la exigencia. ¡Mecaxisss!

Vuelvo a decir buah, mejor dicho, a gemir BUAH, esta vez en voz alta, a secas y hacia afuera, y noto que algo en mí se calma. Y pongo atención…

…Me dispongo y lo vuelvo a hacer. Sentado en mi silla con las plantas de los pies apoyadas al suelo y la columna en vertical, sin ponerla tan erguida o rígida. Esta vez inspiro profundamente, me doy cuenta de que casi no respiraba porque estaba contrayendo mi diafragma, ahora, al inspirar dejo que el aire circule al mismo tiempo que expando mi diafragma, noto tensión en mis cervicales y en mis hombros encogidos, sostengo el aire unos segundos… y expiro poco a poco por la boca expresando un Buaaaaaahhhhh… un poco más extendido y prolongado, noto que me destenso en las cervicales al mismo tiempo que dejo caer mis hombros... Está funcionando, me siento más relajado, así que vuelvo a repetir varias veces esto que podemos llamar un ejercicio, (dejo de escribir…).

Antes de continuar y retomar el escrito necesito parar, extender mis brazos hacia los costados para después dejarlos reposar con mis manos apoyadas sobre mis muslos, continúo moviendo mi cabeza suavemente alrededor de mi cuello haciendo círculos hacia la izquierda y luego hacia la derecha, al detenerla relajé mi mandíbula dejando mi boca entre abierta. De pronto, mientras dejo que mí cuerpo respire a su ritmo, me noto más tranquilo, presente para mí y a gusto conmigo mismo y con lo que os estoy compartiendo. Hasta puedo notar cierta satisfacción, mientras inhalo y expiro Ahhhhhh… Y también siento que ya es momento de ir acabando.

Y para hacerlo, más allá de mi expectativa y sí desde mi demanda, te pido que nos comentes si algo de esto te suena… y si te suena y quieres compartir, cuéntanos cómo lo haces para transitarlo o incluirlo en la situación que se te presenta. Y si se te ocurre un título para este post no dudes en decírnoslo.

Hasta la próxima  

Paul.