Concurs de Relats Eròtics
Seguim amb els relats del Concurs de Relats Eròtics de Sant Jordi!
Comencem el juliol amb el relat d’en Carlos Martorell, titulat EL ENSAYO
Nos despertamos temprano, y para nuestra sorpresa no había nadie en casa, era perfecto porque no te apetecía hablar con nadie.
Preparamos, sin hablar mucho, café con leche de soja, tostadas, sin gluten por supuesto, y aguacate con queso.
Viendo que había tensión en el ambiente, te propuse que fuesemos a tocar y cantar un rato.
Como siempre, sentí esta envidia sana al verte tocar y puse la cara esta "enfurruñada" que tanta gracia te hace, y me dijiste:
- No te enfades que después de 15 años puedo tocar con los ojos cerrados, y tu acabas de empezar.
- Si hombre, con los ojos cerrados? Tampoco te flipes...
- Te apuesto un beso!!
Y no me puede resistir.
Te cubrí los ojos ese pañuelo con siluetas de mujer desnuda que tanto te gusta, y que impregnado en mi aroma me haría mas facil conseguir ese beso.
Empezaste a tocar sin titubear, mientras yo,como siempre, te miraba con el deseo eterno de que mis labios estremeciesen tu piel. Me acerqué bajo el piano para ver como pisabas a ciegas y descalza los pedales.
No me pude resistir a besar tu tobillo derecho y me estremeció ver como solo te moviste un milímetro por querer ganarme la apuesta.
El piano ocultaba tu cuerpo sobre mi cabeza, y yo no sabía si estabas tan centrada en tus notas que no sentías nada...
A la altura de tu rodilla perdiste el ritmo al mismo tiempo que yo perdía la cabeza, y empezaste a fallar los primeros acordes.
Sentí tanto miedo de escucharte tocar mal, que decidí seguir subiendo hasta debajo de tu cintura para enmudecer los acordes sin sentido y conseguir que compusieras con gemidos, la canción mas hermosa del mundo...
Arnés Hemingway.